Salvar los muebles
Opinión
Juan José Donaire
Salvar los muebles
En diversos titulares de periódicos de tirada nacional se destaca hoy lo que para algunos de corte más conservador es la noticia del día, y para otros más en la denominada línea progresista, una firme amenaza. Mientras unos abren sus ediciones con la frase “Aznar no descarta volver”, basada en las manifestaciones del ex presidente del gobierno en una entrevista televisiva donde afirma que no dejará de cumplir con su conciencia y su responsabilidad, otros incluyen en su portada de forma menos visible “Aznar amenaza con volver”. Y es que la situación actual del partido de centro-derecha español, no pasa por su mejor momento, tras los presuntos escándalos de posible financiación irregular de la que poco o nada nos interesa las aportaciones de determinados empresarios, siempre que no se demuestre un intercambio de favores y por tanto discriminación positiva en adjudicación de subvenciones de carácter público, pero si nos interesa aquello en lo que tenemos certeza de que procede directamente de los bolsillos de los contribuyentes y que cabe la posibilidad, según los indicios, que se haya destinado al enriquecimiento personal de algunos, sea vía sobresueldos, comisiones y más, cuyo máximo exponente lo encontramos en ingentes cantidades de dinero presuntamente evadido en paraísos fiscales.
Pues bien, dada la delicada situación del partido del gobierno, por, o a pesar de su mayoría absoluta en las Cortes y el aparente temor de una debacle en el seno popular por la sensación de caída en picado de la intención de voto en las encuestas, sumado a la percepción de sus propios afiliados e incluso de algunos de sus dirigentes del incumplimiento absoluto del programa electoral de los últimos comicios. Surge la figura del auto-denominado hombre de estado de la derecha española Don José María Aznar, que emulando a otro, este sí reconocido estadista británico, Winston Churchill, quiere abrir una segunda parte en su carrera política, o tal vez siempre estuvo ahí, entre bastidores, como los grandes directores de teatro. Dicen que las comparaciones son odiosas, y es verdad, son contextos diferentes, ¿o no?, Churchill alertó ya en los años 30 del peligro de Adolf Hitler e inició la campaña para el rearme británico. Es el único Primer Ministro Británico galardonado con el Premio Nobel de Literatura. ¿Es Aznar el Churchill español?, ¿ prevé un desmembramiento del Estado por la amenaza y el desacato del nacionalismo secesionista? Ojalá, pero la verdadera pregunta que se hacen diversos analistas políticos del país es: ¿qué se cuece en el llamado “laboratorio de ideas del PP”? FAES.
Segundas partes…, pero el verdadero análisis de fondo, a mi modesto entender, pasa por el estudio de lo manifestado por el dirigente popular, cuando habla de responsabilidad, ¿se refiere al hecho de nombrar a dedo a su sucesor y actual presidente del gobierno?, sepa el Sr. Aznar que el hecho en sí ya es una irresponsabilidad. Pero le viene dado por la costumbre del propio partido, no olvidemos que usted mismo fue designado por su predecesor Manuel Fraga del mismo modo. Si el acto de responsabilidad supone la reforma fiscal de urgencia para bajar los impuestos y en contraposición con el actual gabinete de gobierno en materia económica, hombre, quien se lo va a tragar, ¿dónde están ya las clases medias a las que quiere cuidar? es increíble en boca de quien afirmo no hace mucho que no había mantenido ninguna reunión con el actual presidente del gobierno, y ahora resulta que sí, y manifiesta que fue una larga conversación. Los malpensados creen que hubo “collejas” e incluso amenazadas de volver arrasando. Otros peor pensados atribuyen que el acto se debe a la conciencia, me refiero a la mala conciencia de alinearse con el poder occidental en manos en ese momento de un paranoico que tuvo como resultado para muchos el trágico acontecimiento del inolvidable 11 M en Madrid, asunto diluido en la opacidad jurídico-política del momento. Por último, destacar lo que redondea el análisis que es pretender pensar que la opinión pública es idiota, e intentar justificar la legalidad de las cuentas del Partido Popular porque están declaradas ante el Tribunal de Cuentas. Pero a quien quiere engañar, el delincuente fiscal es mínimamente inteligente y no declara ante nadie lo no declarable por ser delito. Con respecto a la mala información publicada por El País en su edición de ayer, y la alineación con el comunicado de su yerno, no nos interesan los regalos de su boda, pero sí la procedencia del dinero con que se hicieron de forma tan esplendida.
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